Gracias a mi colaboración en un programa de televisión local, he tenido la oportunidad de conocer a Héctor De Césare, un músico que desprende alegría y vitalidad. Héctor forma parte del grupo La Flamenquería Mestiza que, como su propio nombre indica, es una muestra de mestizaje, de fusión de ritmos y culturas que quedan reflejados en su música.
La Flamenquería Mestiza se creaba en Valencia a finales de 2008, una banda que engloba el sabor y el ritmo de varias culturas como la argentina, cubana, brasileña y española, nacionalidades de sus componentes.
Igor Da Bahía es el batería, Manuel Heredia toca la guitarra española, Diego Alanzábes la percusión, Iván Cebrián la guitarra eléctrica y Héctor de Césare toca el bajo y pone la voz al grupo. Este quinteto ha decidido unir su talento para crear un trabajo fresco, original, con personalidad, que reparte alegría, optimismo y ganas de bailar.
Su primer disco fue editado en marzo de 2010, bajo el título de Flamenquería Porteña y compuesto por 11 canciones y en el que conviven diferentes estilos como el tango, las chacareras, las milongas, el flamenco, guiados por pinceladas de jazz latino y pop rock. Todo ello para formar un ritmo con carácter y muy pegadizo.
Milonga para Rosa María, era el primer single del disco y un vivo reflejo de la fusión de la que hablamos. Otra muestra, es la adaptación que han realizado de Coraçao, uno de los temas más famosos de Dorgival Dantas, aclamado músico brasileño y del que también podemos disfrutar de su vídeo clip.
Mientras preparan su próximo trabajo, La Flamenquería Mestiza sigue intentando abrirse camino en el complicado mundo de la música y contagian su vitalidad en los conciertos que van realizando por diferentes salas de España.
La Flamenquería ha sido, para mí, un agradable descubrimiento y espero que lo sea también para muchas más gente que apoye esta iniciativa y nos puedan regalar mucho más ritmo.
