Todas las divas del pop, se sienten atraídas por la música electrónica. Britney Spears, también ha caído en esta tentación. Su imagen ha cambiado totalmente, se ha vuelto más sofisticada y sus canciones se acercan más a la pista de baile.
Sus ritmos se han vuelto más monótonos, más uniforme, pero las letras de sus canciones tienen mucha personalidad y caen como bombas sobre el público.
Es muy difícil escoger una de estas canciones para representar su disco. No te puedes decidir por una para representarla.
En su single Till the world ends ha conseguido un resultado de apariencia de música improvisada. Los ritmos son frenéticos, los estribillos pegadizos, las voces al estilo robot… todo invita a bailar hasta extenuarse.
Su máxima enemiga es Christina Aguilera, la ha felicitado, algo que demuestra que ha conseguido un gran trabajo.
Se podría decir que ha pasado de ser princesa del pop a princesa del baile, algo que a ella no le va a costar conseguir.
Con 30 años, no ha perdido el tiempo en su vida, bailarina, cantante, compositora, actriz, modelo, diseñadora, empresaria… toda una experiencia en el mundo del espectáculo.
Sus primeras actuaciones fueron en el teatro y la televisión cuando todavía era una niña.
El título de “princesa de pop”, le fue atribuido, nada más con sus dos primeros álbumes, con ellos, rompió las listas de éxito y los récords de venta.
Es una de las artistas que más ha vendido en su historia, la frívola cantidad de 10 millones de grabaciones.
El mundo de la música la ha lanzado a otros campos como el cine y la televisión, además de campañas comerciales como las de su propio perfume.
Fuente: britney spears
