La británica Adele parece la primera sorprendida del impacto que tuvo su álbum de nombre 21.
Es la intérprete más saboreada soul del momento, el éxito la desborda y ella está demostrando que se ha convertido en una mujer madura.
Cada artista se marca unos plazos para preparar su trabajo, sin embargo, ella grabó su primer álbum con 19 años.
Las inspiración de sus letras están basadas en el desamor, la desesperación y la inquietud, algo que demuestra sus relaciones de pareja que tanto le afectan. Hay muchos cantantes que saben sacar lo mejor de sí desde el dolor que sufre su alma y a Adele es esto lo que le marca en su forma de componer.
La tonalidad de su voz es la clave de su personalidad de artista, la cual, le hace aparentar una gran experiencia a parte de su juventud.
Ella siempre afirma que nunca se siente satisfecha, que siempre podría mejorar sus actuaciones y que en sus principios no podía entender cómo había gente que quisiera invertir dinero en ella.
Oírla cantar es escuchar naturaleza en persona, sin planear nada, dejándose llevar por los sentimientos, aunque confiesa que le da muchas vueltas a las cosas hasta que lo racionaliza, quizás por eso aparenta esa madurez que según ella no le corresponde.
Es una verdadera amante de todas y cada una de sus predecesoras del estilo soul y es imposible oírla cantar sin acordarse de ellas, es una especie de continuación de las raíces del Reino Unido y de las artistas estadounidenses.
Fuente: adele 21