Rosario Flores, otra artista inconfundible como todos sus hermanos de la saga Flores. Sus padres, supieron inculcar el sentido del arte en sus venas, dándole todo el genio y carácter que posee.
Es la pequeña de los tres hermanos, su camino hacia la música estaba predestinado y así sucedió en 1984 con su primer debut.
La muerte de su hermano y de su madre, le afectaron mucho en su carrera, pero logró sobreponerse con el nacimiento de su hija.
Los artistas que más han marcado su carrera han sido Camilo Sesto, Nino Bravo y Juan Luis Guerra.
En sus actuaciones, la caracterizan sus típicos aires flamencos, los cuales, siempre la han acompañado en sus 30 años de artista.
Canciones como “Qué bonito”, “Como quieres que te quiera” o “Algo contigo”, la han hecho llegar a lo más alto del pedestal.
Siempre ha sido el ojo derecho de su madre y nunca la defraudó, pues con tan solo 10 añitos ya se atrevió a ponerse delante de la cámara para actuar. Fue así consolidándose poco a poco para seguir los pasos de sus hermanos.
Con 20 años, grabó su primer disco, en el cual, ya contó con sus propias composiciones, pero no triunfó como ella hubiera querido y volvió al cine para seguir consolidándose.
Al fin consiguió el éxito que había deseado con el álbum “De su ley”, con numerosos trabajos de su hermano Antonio.
La vida le hizo pasar un trago demasiado amargo, la muerte de su madre y de su hermano, en tan solo un intervalo de quince días.
Al año siguiente nació su hija, lo que le hizo mitigar un poco su dolor.
Rosario, siguió su indiscutible fama acompañada de sus éxitos y además se convirtió en una “chica Almodóvar”.