La organología es la ciencia que se ocupa de los instrumentos musicales, esta es una rama de la musicología, la cual, abarca la investigación de los orígenes, el estudio práctico (materiales, construcción, técnicas) y la clasificación de estos.
La clasificación de los instrumentos, como ocurre en casi todas las cosas, siempre existen diversas opiniones entre los especialistas, pues han pasado muchos siglos y épocas diferentes, por ello, hay que fijarse en las más actual, la del siglo XX, la que fija la composición de las orquestas sinfónicas.
Hay cuatro categorías de instrumentos: cuerda, viento, percusión y electrónicos.
En la cuerda, podemos encontrar, según su puesta en marcha de la vibración, la frotada (violines, violas, etc.), la punteada (guitarra, laúd, arpa; etc.) y la percutida (piano).
En el viento tenemos los de metal y los de madera. Todo depende del tubo por donde penetra la columna de aire. En el metal podemos encontrar la trompeta, trompa… en la madera el clarinete, fagot… esta clasificación es algo confusa, pues hay instrumentos como la flauta que pertenece, aun siendo de metal, a la madera, esto es debido a que en sus principios se construían en madera. Para distinguirlos, nos podemos fijar mejor en su timbre o en su forma de cómo se produce el sonido.
Los de percusión, son como su propio nombre indica los que se percuten o golpean, pueden directamente (bongós) o a través de baquetas (xilofón, triángulo, etc.). Esta familia es quizás la más numerosa e infinita por su gran variedad.
Los electrónicos, son indudablemente, lo que su sonido se origina a través de la corriente eléctrica.