La cantante británica Amy Winehouse fue hallada muerta ayer en su apartamento de Camden, al norte de Londres. El servicio de ambulancias recibió una llamada desde su piso a las 16.45 h (hora peninsular española), pero cuando llegaron los médicos su cuerpo ya no tenía vida. Tenía sólo 27 años. Aunque la policía no concretó ayer las causas de la muerte, su largo currículo de adicciones a las drogas da juego para muchas especulaciones. Sea como sea, se ha apagado para siempre esta estrella fugaz de la música, con una trayectoria discográfica brevísima (dos discos) pero, eso sí, una carrera personal intensa, controvertida y mediática. Con su muerte prematura, su mito ya es un dicho y hecho. La cultura popular, necesitada de leyendas nuevas y frescas, ya tiene una de inmediata a quien venerar.
Y es que su trágico final estaba cantado.Demasiado cantado. El mes pasado, Winehouse anuló su gira europea (que en España lo habría llevado, el 8 de julio, en Bilbao) tras un polémico concierto en Belgrado. Como en tantísimas otras ocasiones, subió sobre el escenario serbio con una hora de retraso, totalmente borracha, con un aspecto físico preocupante y sin ánimo para poder cantar ni dos estrofas seguidas de sus canciones.Desafinaba escandalosamente. Y el público la abucheó sin compasión. No era eso lo que esperaban de ella sus fans?
Fuente: diario de sevilla
