El nacimiento de los instrumentos musicales

El primer instrumento musical de la historia fue la voz, de ahí fue la inspiración de los seres humanos en comenzar a crear instrumentos sonoros que la imitaran. Al principio el hombre hacia sonidos con todo aquello que encontraba, pero posteriormente con su desarrollo fue perfeccionándolos. En un principio solo ejecutaba el ritmo, posteriormente la melodía.

La magia y la cultura fueron la necesidad del hombre para crear sus instrumentos musicales, esto desempeñó el papel decisivo para su nacimiento.

Los sonidos, para la raza humana eran atractivos por ser susceptibles, inmateriales, les daban el don de conjurar a los espíritus y dioses. Solo posteriormente y en las civilizaciones más cultas se le dio un carácter más de expresión.

En todos los lugares siempre han estado presentes los instrumentos musicales. Egipto, Mesopotamia, la Antigua China, Asica Central… todas las civilizaciones estaban identificadas con cualquier de ellos.

La gran afluencia  empezó a producirse en los principios de la  Edad Media, pero difícilmente pueden ser reconstruidos sus orígenes e itinerarios. En Occidente sí que abundaban más los de la familia de la cuerda.

El comienzo del desarrollo empezó a ocurrir en el Renacimiento, pues a pesar de la abundancia del Medievo, no proliferaron hasta esa época. Se empezaron a perfeccionar y a formarse las familias, sobre todo, las de viento.

El nuevo perfeccionamiento siguió en la época Barroca, pero sin inventarse ninguno nuevo, solo se dio lugar a la perfección.

Los avances más importantes sucedieron en el siglo XVIII, aparecieron las llaves, válvulas, etc., llegando a la perfección en el Romanticismo, es entonces, cuando aparecen los virtuosos, sobre todo del piano.

Es el siglo XX la época de los instrumentos perfectos. Con la inclusión de la informática y la tecnología todo sufre una gran revolución.