Las bandas musicales sonoras del siglo XX llevan la firma del músico Chuck Berry, este músico comenzó una revolución llamada Rock and Roll y todos os demás músicos lo siguieron, desde los Rolling Stones hasta los Beatles, también Michael Jackson.
El músico inspirador de toda una generación, cumplió ya 85 años, Chuck Berry llevo a los escenarios como nadie, ese espíritu de los 50 y 60, con su forma de tocar la guitarra, rompió las reglas ya que consiguió furor y gritos entre las jovencitas y el resto del público.
Que tenía una imitación particular que era de moverse como un pato. Una de las grandes anécdotas de este músico es que, cantaba drásticamente en su mayor éxito llamado, Roll Over Beethoven, que era pleno de confianza en sí mismo, si ustedes quieren dar otro nombre al Rock and Roll, se tendría que llamar Chuck Berry, esto dijo alguna vez John Lennon, ya que entes de escribir su propia música, los Beatles imitaban las canciones de Chuck Berry. De todas las 500 versiones de los éxitos de este gran músico, no más que 16 salieron de las guitarras de los Rolling Stones y de los cuatro famosos de Liverpool, entre los planes de Chuck Berry, no estaba previsto en convertirse en el señor Rock and Roll.
Dentro de su vida privada antes de ser músico famoso, el se desempeñaba trabajando en la cadena de una fábrica, esto lo hacía durante el día y por las noches estudiaba para peluquero, que era su profesión ideal. Aprendió a entonar la guitarra de forma autodidacta en un reformatorio, el cual fue a parar ahí por un intento de robo, después de algún tiempo formo un trió de músicos aficionados, en poco tiempo en el año 1955 salto a la fama con Maybellene, que es una analogía entre el sexo y la velocidad al volante, que hasta hoy en día sigue utilizando Mick Jagger, incluso con su música, consiguió entusiasmar a la NASA. Esto sucedió cuando la agencia espacial, envió al espacio la sonda Voyager en 1979, que incluyo una cinta con grabaciones de los mejores temas de la historia.
Chuck Berry aún sigue actuando una vez al mes, en el Blueberry Hill de St. Louis, pero para verlo en los escenarios es casi misión imposible, ya que las entradas para sus conciertos ya están agotadas hasta el próximo febrero del 2012.
Fuente: el comercio