En uno de los movimientos más importantes en la historia de la industria discográfica y musical, las autoridades norteamericanas han dado el visto bueno para que Universal Music Group pueda comprar la famosa firma británica EMI, incluso con el lucrativo catálogo The Beatles, aunque para ello antes debe deshacerse de otros grupos famosos de la discográfica como Coldplay y Pink Floyd.
En este sentido hay que destacar en primer término, que Universal ya posee cierta fama gracias a manejar los derechos, en la actualidad, de bandas como Jay-Z, Nirvana y U2, aunque sería evidente el salto de calidad en el caso de incorporar la división de música grabada de EMI, que también incluye a los Rolling Stones, por 1.900 millones de dólares, en una operación que cambiaría de forma definitiva el mundo de las discográficas.
Sin embargo, tampoco se puede dejar de lado que, entre los activos de EMI que la comisión de competencia comercial de la Unión Europea impidió que Universal conservara, se encuentran algunos muy interesantes, como por ejemplo el sello Parlophone, que incluye a Coldplay y Pink Floyd, así como Kylie Minogue y David Bowie; aunque The Beatles, también pertenecientes a Parlophone, quedan exentos del acuerdo.
Más allá de todo esto, para poder dar el acuerdo por cerrado, faltaba aún la aprobación de la Comisión Federal de Comercio estadounidense, que se ha manifestado a favor del movimiento, siempre y cuando Universal también se deshaga de las divisiones clásicas de EMI, su rama francesa y otras ramas locales, así como sellos que abarcan a Depeche Mode y los Ramones.
Finalmente, la reguladora estadounidense dijo que los negocios de Universal y EMI eran tan diferentes que sumarlos no afectaba la competencia; todo esto a pesar de que Warner Music y las pequeñas disqueras, algunas de ellas independientes, se han manifestado, desde luego, en contra de este posible acuerdo.