Se ha tirado un buen tiempo en la carretera con su banda, en la que participaban músicos flamencos y de influencia brasileña, con sus alimañas del swing, como él los llama. Ahora vuelve a colgarse la guitarra y recupera de nuevo su personaje de «El Cantautor Plasta«, tras haber reflexionado sobre el sentido del espectáculo que, según dice, no hay mayor espectáculo o paisaje que la mirada:
he compuesto 14 nuevas canciones para un nuevo disco y mientras lo acabo vuelvo a tocar solo. Lo sacaré cuando sea perfecto, aunque me está costando mucho, porque tengo el listón muy alto. Cantar solo es mucho más difícil que hacerlo acompañado. Además los escenarios en los que puedo actuar permiten al espectador ver mi involucración en lo que estoy haciendo. No hay posibilidad de esconderse. Son las canciones desnudas, sin solos, sin redobles, sin adorno. El disco tiene que estar arreglado para compensar la parte visual y la coreografía y sobre todo la verdad física de las canciones
Asegura Carbonell que la grabación de su disco, «Yo También Soy Pablo Carbonell«, le ha convertido en un músico mucho más versátil:
este disco lo estoy produciendo yo solo, sin compañía discográfica por ahora. Tras vender 750 copias del «Rock and roll alimaña» no me encontraba con ánimos como para pedirle a mis socios de «18 chulos» dinero para grabarme otro disco. Que, por cierto, no va a ser otro disco, va a ser «mi disco»
Lo está grabando en Cádiz. Ya va por el octavo mes de grabación y parece no tener ninguna prisa por irse del estudio. Mientras tanto, como él dice, hace esporádicas y alimenticias apariciones en televisión para pagar costes. Pablo Carbonell ha estado probando su nuevo repertorio y asegura estar feliz, porque la gente recibe las catorce nuevas canciones como si fueran clásicos de su repertorio. Hace dos años que no toca en Madrid y este regreso le tiene pletórico. El 20 de Mayo estará en la Sala Galileo Galilei de Madrid presentando sus nuevas canciones y, tal vez, dándole un repaso a Los Toreros Muertos.