Para una banda tiene que ser alucinante que el anuncio de su vuelta tenga una respueta tan masiva. Setenta mil personas, mucho más de lo que son capaces algunos festivales de nuestro país congregar para ver desfilar un buen puñado de grupos, había la noche del Sábado en Sevilla para ver el espectáculo de Bunbury y los suyos y, para este último, más alucinante es que toda esa gente coree todavía las canciones que escribió hace casi 20 años, cosa que se preveía teniendo en cuenta que la legión de seguidores de los zaragozanos son de lo más incondicionales.
Fue bastante difícil escuchar la voz de Enrique Bunbury durante todo el concierto, al menos, desde las mediaciones del Estadio, pero no porque tuviera mal sonido, sino porque la gente no paró de cantar una tras otra. Fue, sin lugar a dudas, el mejor directo al que he asistido. Nunca antes había escuchado todos los instrumentos tan nítidamente como en el concierto de Héroes del Silencio.
Tres minutos más tarde de las nueve de la noche (hora prevista para el concierto), Enrique Bunbury, Juan Valdivia, Pedro Andreu y Joaquín Cardiel hacían acto de presencia en lo alto del escenario para, como dijo Bunbury, repasar las canciones que menos han identificado a la banda para, de vez en cuando, sorprendernos con los buque insignia de los de Zaragoza, las canciones que todo el mundo conoce de los Héroes. Bunbury, que de ésto sabe un rato, sigue siendo un showman en lo alto del escenario. Sabe cómo meterse a la gente en el bolsillo y sabe lo que quieren en cada momento. Habló entre canción y canción e hizo lo posible para que no fuese un concierto frío, de los de llegar, tocar e irse. Estábamos ante la banda más grande que ha dado nuestro país (y no soy seguidor acérrimo, que conste) y saben que no pueden fallar. En «La Chispa Adecuada» piden la colaboración del público. Apagan todas las luces del escenario para solicitarles al público que prendan mecheros y teléfonos móviles.
Justo cuando creíamos que todo acababa y para agradecer a Sevilla la respueta que ha tenido con ellos, Bunbury anuncia una sorpresa, la presencia de la persona que ha hecho que, hoy por hoy, Héroes del Silencio tenga el sonido característico que tiene. Junto a ellos, Phil Manzanera, el que fuera guitarrista de Roxy Music y el que produjera sus primeros discos.
A las once y media de la noche, anuncian su retirada y vuelven a dar las gracias por tan estupenda acogida. Por las pantallas, los créditos de la gira y, en el cielo, los cohetes que despiden su penúltimo concierto en España.
Enlace: foto de _Lolo_