Crónica del Bilbao BBK Live – Jueves 21

dsc00406.JPG

Por fin aparezco! Cuatro días en Bilbao y dos de ellos disfrutando de uno de los festivales más esperados del año. Si os parece, dividimos la crónica en dos post distintos correspondientes cada uno a los dos primeros días del Bilbao BBK Live, para que así se os haga más amena la lectura.

Y empezamos, cómo no, por el Jueves 21. Nada más llegar al recinto y pillar la correspondiente pulsera, después de haber hecho nuestro trayecto en autobús, desde una de las paradas que había habilitado la organización, nos fuímos directos para el segundo escenario, donde comenzarían su actuación Vhäldemar, inaugurando así el festival a la hora prevista. Aún con poca afluencia de público, los de Vizcaya descargaron todo su repertorio sin Eduardo a la batería. Listos para el segundo asalto. Lauren Harris aparece en el escenario principal 11 minutos más tarde de lo previsto, después de haber sido presentada como toda estrella que se precie. Sin nada que cubría sus pies y vestida de negro inmaculado, Lauren se dedica a recorrer el escenario de punta a punta durante toda su actuación. Seguidamente, el cuarteto neoyorkino, BloodSimple, con Tim Williams al frente, el que fuera líder de Vision Of Disorder, se disponen a darle un giro al festival, al menos, en cuanto a estilo se refiere. Una formación relativamente joven en los escenarios, pero demuestran, con creces, de lo que son capaces de hacer. Detrás no hay un apellido famoso en el mundillo ni una Britney vestida de cuero. Sólo hay un disco, «A Cruel World«, que les basta y les sobra para convencernos que estamos ante una gran banda.


Turno ahora para Stone Sour, la banda de Corey Taylor, los encargados de darles el tirón de oreja a la organización del Bilbao BBK Live. Dispuestos a presentar gran parte de su último trabajo, «Come What(ever) May», el escenario principal se queda sin sonido de batería en una de las canciones de los de Iowa. Listos para seguir con la actuación y el mismo tema, «Your God», Taylor y los suyos vuelven a parar su actuación en el mismo punto donde antes y por el mismo problema: el escenario principal se queda sin batería. Mientras solucionan el imprevisto, Corey se dedica a dar volteretas por el escenario y a animar a la gente, mientras Roy toca la batería a pelo. Tercer intento para que vibremos con «Your God». Ahora sí! Al fin Stone Sour pueden poner fin a su actuación. 19:45, en el segundo escenario se escuchan los de Atlanta. Mastodon basan, prácticamante, su repertorio en «Leviathan», el disco que cambiaría el estilo de la banda, y «Blood Mountain», su último álbum hasta la fecha. Ansiosos de ver uno de los platos fuertes del jueves, aunque luego se quedara en una sosa ensalada, Juliette & The Licks asoman con pocas intenciones de ofrecer un buen show. No estamos ante composiciones que superen las de aquel «You’re Speaking My Language» ni estamos ante una Juliette que tenga que demostrar que, además de actriz, sabe hacer rock. Juliette y los suyos ya son una banda y se pueden permitir el lujo de venir un día sin el guión aprendido. 34 años los que cumplía Juliette en el escenario y, sin perderse detalle alguno, parte de los Iron Maiden viendo la actuación desde uno de los cerros del Kobeta. Y, hablando de los Maiden, con casi media hora de retraso, el escenario principal con más de 15.000 personas esperando, las luces se encienden y, de fondo, empieza a sonar «Different World». Basan su escenografía en un gran tanque dispuesto a lanzar bombas del «A Matter Of Life And Death», su último disco, pero cargado también con clásicos como «The Tropper», «The Best Of The Beast», «The Number Of The Beast» y otros cuantos que sonaron en el BBK. Como nos tienen acostumbrados, mucha parafernalia en lo alto del escenario, Eddie, quien no podía faltar, aunque fuese muy fugaz y con un Dickinson derrochando energía a diestro y siniestro. Y, justo cuando faltaban varios minutos para la media noche, como si lo tuviesen todo cronometrado, «Two Minutes To Midnight», que cerraría la actuación más esperada del festival bilbaíno. Pero no el festival, porque aún quedaban los holandeses Within Temptation, la banda liderada por la guapísima Sharon, quien me tuvo pegado a la valla desde un principio. No defraudaron en absoluto. Supieron trasladar la atmósfera romántica de «The Heart Of Everything» al escenario.

Mañana os sigo contando y os cuelgo alguna que otra foto.