Alex Chilton, culpable de algunas de las canciones más bellas escritas jamás, ha muerto de un ataque al corazón. Fue primero componente de The Box Tops y cuando se cansó formó -junto con Chris Bell, el bajista Andy Hummel y el baterísta Jody Stephens- el grupo Big Star, que con sólo tres álbumes en el mercado dejó huella para siempre en el panorama musical marcando carreras tan destacadas como las de Teenage Fanclub, The Poxies, los primeros Primal Scream o Wilco, entre otras muchas.
Aunque los cuatro miembros componían temas, con Bell, Chilton formó un tándem compositivo a la altura del de Lennon y McCartney y luego, cuando Bell abandona la formación, Chilton continuó en Big Star haciendo canciones memorables con melodías vocales que, estoy segura, perdurarán en el tiempo como joyas de nuestra época.
Hoy es otro de esos días negros para la música. Con sólo 59 años nos dejó otro de los grandes, otro que todavía tenía mucho por ofrecer. Hoy no puedo dejar de escuchar, una y otra vez, mis discos de Big Star. Hoy, más que nunca, me vuelven a poner los pelos de punta.