Él quiere, la productora quiere pero, en principio, no puede y ¿por qué? pues tratándose de Boy George la historia no puede ser algo normal. El cantante inglés fue condenado a 15 meses de prisión por esposar y atar a una pared a un prostituto noruego. Tras pasar cuatro meses entre rejas a salido en libertad condicional con una pulsera electrónica para que limita sus movimientos. Ahí reside el problema.
La productora del Big Brother británico de famosos, de entrada, le ha ofrecido 214.000 euros y estaría dispuesta a adaptarse a las circunstancias y permitirían la visita de los abogados del cantante durante el concurso o, si fuera necesario, que acudiera la persona que realiza su seguimiento de su libertad condicional.
No sólo creo que estará dispuesta si no que estará frotándose las manos si esto ocurre. Dios mío, alguien debería crear una terapia que ayude a asumir a los famosos que han dejado de de serlo.
Para quien no recuerde de quien estamos hablando, ilustro el post con un vídeo que no tiene desperdicio.
