Aretha Franklin

Aretha Franklin, cantante de soul, R&B y gospel fue llamada la “reina del soul”.

Su consolidación como reina de estilo de música hizo que usara este calificativo para usarlo a favor de los derechos raciales en EEUU, convirtiéndose en un elemento muy influyente en la liberación femenina y el movimiento racial.

Su madre la abandonó cuando era una niña y murió poco después. Su padre se daba cuenta del talento de la niña y la inició a dar clases de piano, algo que ella odiaba y se dedicó a aprender a cantar escuchando grabaciones.

Los genios del gospel eran amigos íntimos de su familia, pues su padre era predicador y esto le hizo estar rodeada de este tipo de música y ambiente religioso, un ambiente que no le influyó para nada en las creencias religiosas, pues tuvo su primer hijo a los quince años y al segundo dos años después.

Sus hermanas y ellas cantaban en la iglesia que su padre regentaba. Con tan sólo 14 años se decidió a hacer su primera grabación, siendo considerada como “joven prodigio”. Las casas y firmas de grabación la indujeron al jazz, un estilo en el que ella no se identificaba completamente, pero que dio a demostrar su versatilidad  musical, hasta que abandonó y encontró una firma que se ajustara a su verdadero estilo el gospel. Los productores empezaron a sacarle todo el diamante que llevaba en bruto de este estilo y con ello se consagró definitivamente, convirtiéndose en la segunda mujer en conseguir dos premios Grammy.

En las décadas de los 70 y 80 comenzó a interpretar canciones con el estilo rock y pop, sin abandonar el suyo propio. En los años 70 se consagró definitivamente.

Fuente: todo música